Campañas militares al Interior


Córdoba, el Alto Perú, Paraguay y Montevideo se opusieron a aceptar la autoridad de la Junta de Buenos Aires, declarándose realistas y fieles al Consejo de Regencia que agonizaba en Cádiz. Como respuesta, la Junta Grande (que comenzó a sesionar a fines de 1810) ordenó una serie de campañas militares con el objeto de lograr el acatamiento de las zonas rebeldes. De este modo, los saavedristas lograron hacerse con el control efectivo de la Junta de Buenos Aires, pues enviaron a los morenistas a dirigir dichos ejércitos.
En Córdoba se fusilaría al "héroe de la Reconquista", Santiago de Liniers, por liderar a los contrarrevolucionarios.
En Paraguay, Belgrano difundió las ideas liberales francesas pero perdió varias batallas (lógico, si pensamos a qué se dedicó toda su vida). Al poco tiempo, el Dr. Francia tomaría el poder en Asunción y declararía la independencia, lo que, a su vez, le aseguró desvincularse del control porteño.
El Alto Perú -rica zona minera y puerta de entrada de realistas-, también se perderá, pero tras el éxodo jujeño liderado por Belgrano, sus victorias en Salta y Tucumán y la guerra de guerrillas llevada a cabo por los Infernales de Güemes, la frontera norte quedará asegurada.
La Banda Oriental será un gran problema para Buenos Aires. Primero, por ser el foco realista más próximo -y donde aún gobernaba el último virrey del Río de la Plata, de Elío; después, por el accionar de Gervasio Artigas.

Entradas populares de este blog

La Revolución Industrial en imágenes

El circuito comercial Potosí-Buenos Aires